ARTESANAS

Asociación de Tejedoras de Hamacas Cooreporaviqui

Un grupo de mujeres posa frente a una edificacion con el nombre de la asociacion Coore Poraviqui.

 

Hoy en día la Asociación de Hamaqueras Cooreporaviqui cuenta con 30 socias. Las tejedoras afiliadas, producen y comercializan su artesanía a través de su organización, percibiendo un pago justo por su trabajo y llevando a cabo otras iniciativas que contribuyen a mejorar su situación y posición. En efecto, la Asamblea de Socias fijó desde el primer momento precios justos, basándose en los costos de la materia prima y del transporte; permitiendo igualmente a las tejedoras manejar su circuito productor y controlar su comercialización.

“Antes no conocíamos el valor de nuestro trabajo. Un kilo de azúcar, dos jabones, una botella de aceite, era suficiente para entregar la hamaca” –

— N. Cuñaendi Tejedora guayara.

Ligado a la asociación de tejedoras y como eco multiplicador de esta, en 1993 se formó un grupo juvenil de tejedoras de blondas, en su mayoría hijas de las hamaqueras, que producen blondas y encajes. Al generar trabajo, esta iniciativa ha contribuido a frenar los masivos procesos migratorios del campo a la ciudad.

ARTECAMPO y CIDAC: “Nuestro Trabajo”

En 1983 cuando el CIDAC inicia su trabajo en la zona de Urubichá de Guarayos, existía una considerable actividad artesanal alrededor de la confección de hamacas a telar, con la técnica introducida por los misioneros. Los intermediarios con su doble papel de proveedores de bienes de consumo y rescatadores de artesanía, explotaban salvajemente a las tejedoras, ocasionando un notable deterioro en la calidad de los tejidos y creando una perniciosa relación de dependencia económica. Por otro lado, se había eliminado la hechura del hilo Guarayo sustituyéndolo por hilado industrial y con ello, las hamacas atadas de tradición prehispánica y elaborada confección, prácticamente habían desaparecido.

La investigación y el apoyo técnico han permitido rescatar la técnica precolombina de la hamaca atada y diversificar la producción tradicional de hamacas con individuales, cubrecamas, telas ornamentales, cinturones tejidos, bolsos y manteles tejidos en telares de madera, similares a los que se usaron durante la colonia.

“Pero ahora sí tenemos interés en trabajar bien, porque sabemos que lo de buena calidad se vende bien y lo otro no, y nosotras mismas en asamblea fijamos los precios del tejido, conocemos cuánto cuesta el hilo, el transporte, y manejamos nuestra propia comercialización.”

— Hamaquera Guaraya

El principal logro de la labor de CIDAC y la actual asociación es haber acabado con la explotación de las tejedoras a manos de los intermediarios, y la consecuente relación de dependencia económica de muchas familias guarayas hacia los comerciantes y rescatistas locales.

Introducción al pueblo guarayo

Estos habitan las selvas que separan las provincias de Chiquitos y Moxos, y su actividad artesanal tiene una larga tradición anterior a la época de las misiones; sus rubros más importantes siendo los tejidos de algodón y palma. Desde 1823, bajo la autoridad de los Franciscanos austríacos, fue surgiendo trabajosamente una nueva sociedad guaraya cristianizada; comenzando el auge productivo de las reducciones con el desarrollo de las habilidades existentes y la aparición de nuevas artes y artesanías: tejidos de paja y algodón, hamacas, lienzos, cerámica, tallados de madera e instrumentos musicales.

 

Foto de coloridas hamacas.